Abogacía Popular en Tiempos de Autoritarismo Creciente

Resumen del Simposio

Río de Janeiro, Brasil

Del 3 al 5 de julio de 2024

Una conversación esencial para nuestro tiempo

Del 3 al 5 de julio de 2024, la Red Global de Abogadxs de Movimientos Sociales en Movement Law Lab, en colaboración con Labá - direito, espaço & política (de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil) y Terra de Direitos, organizamos el Simposio "Abogacía Popular en Tiempos de Autoritarismo Creciente" en PUC-Rio, Río de Janeiro, Brasil. Abogadxs populares de todo el mundo, investigadorxs, activistas y estudiantes se reunieron para reflexionar sobre cómo lxs abogadxs populares han utilizado (o empujado contra) el derecho para apoyar a los movimientos sociales frente a regímenes represivos o autoritarios y discutir colectivamente nuevas formas de hacer frente a las crisis globales.

La reciente pandemia, el autoritarismo creciente, el genocidio en curso en Gaza, la aceleración de los desastres climáticos y la crisis migratoria demuestran cómo las condiciones para lxs abogadxs populares que trabajan en primera línea junto a los movimientos y las comunidades afectadas han cambiado drásticamente. Y, sin embargo, las dificultades del momento nos han impedido llevar a cabo la tarea vital de revisar las lentes analíticas y prácticas a través de las cuales hacemos nuestro trabajo. El simposio fue un intento de iniciar esa conversación. 

En todo el mundo, lxs "abogadxs populares" (o cualquier término que pueda utilizarse localmente para describir a lxs abogadxs que tienen un enfoque crítico sobre el uso del derecho y deciden ponerlo al servicio de los movimientos sociales y las comunidades organizadas) están desplegando tácticas creativas en el territorio que actúan como ejemplos de cómo el derecho puede ser utilizado de manera contra-hegemónica para hacer frente a la opresión sistémica inherente a nuestra economía política global actual. Organizamos un debate sobre los diferentes modos de práctica de la abogacía popular con base en el momento coyuntural actual, sacando a la luz historias sobre cómo lxs abogadxs populares, operando desde un análisis de nuestra economía política global, innovan dentro del derecho para cambiar estructuralmente el sistema. Dada la erosión de las normas democráticas en un número creciente de países de todo el mundo y las grietas cada vez más visibles en nuestro [estructuralmente defectuoso] orden jurídico internacional, discutimos cómo lxs abogadxs populares, junto con los movimientos sociales, están haciendo frente a este difícil momento mediante el empleo de tácticas legales en defensa de la democracia, el pluralismo, la soberanía de la tierra y la autodeterminación.

Al compartir experiencias locales de diversos contextos, el Simposio puso de relieve cómo el giro neoliberal y autoritario global se manifiesta en la dimensión humana.  El proceso de intercambio de historias de diferentes países y continentes reforzó la necesidad de construir una solidaridad global en un mundo extremadamente individualizado, a pesar de estar cada vez más conectado. Debatimos cómo nuestras acciones, ya sea como abogadxs o como activistas/ militantes, deben centrarse en los impactos del actual contexto de crisis -desde la crisis inmobiliaria hasta el colapso climático- sobre los cuerpos y los territorios. Al fin y al cabo, toda crisis es una crisis vivida.

“El autoritarismo no sólo busca reprimirnos, sino también aislarnos y deprimirnos.”

Camila Gomes, Coordinadora de Incidencia y Litigios Internacionales, Terra de Direitos, Brasil

Programa

  • Miércoles, 3 de julio:

    • Recepción: Enmarcando la conversación: Una introducción al discurso sobre la abogacía popular, el derecho y la economía política + recepción.

  • Jueves, 4 de julio:

    • Inauguración: Discurso de apertura a cargo de las organizaciones y universidades anfitrionas. 

    • Primer plano: Conversación con Mônica Benício (Concejala de Río de Janeiro y viuda de Marielle Franco) y Ana Paula de Oliveira (Fundadora de Mães de Manguinhos). 

    • Sesión 1: Mesa redonda sobre el ascenso del autoritarismo bajo un orden neoliberal hegemónico: la abogacía popular y las luchas de resistencia en el Sur Global. 

    • Sesión 2: Las luchas por la tierra, la vivienda y el clima como vía hacia nuevas formas de democracia.

    • Sesión 3: El futuro del derecho internacional: los límites del orden jurídico internacional actual y posibles horizontes futuros.

  • Viernes 5 de julio:

    • Visita local: Visita a movimientos sociales con base en Río de Janeiro. 

Introducción: Inauguración y recepción - Enmarcando la conversación: Una introducción al discurso sobre la abogacía popular, el derecho y la economía política


La Red Global de Abogadxs de Movimientos Sociales y las organizaciones anfitrionas inauguraron el simposio, dando la bienvenida a una delegación internacional de abogadx populares, ponentes invitadxs y dirigentes de movimientos sociales locales. Lxs ponentes hicieron hincapié en la importancia de intercambiar y construir infraestructuras como la Red para cultivar una reflexión colectiva que utilice las luchas y demandas locales como punto de partida para comprender las causas globales de la crisis en el contexto del capitalismo global y neoliberal (involucrando fenómenos como el imperialismo, el colonialismo, el fascismo, el extractivismo, el endeudamiento y el militarismo). También debatimos cómo lxs abogadx populares aprovechan los foros internacionales de promoción y protección de derechos como la ONU (a menudo palaciegos, elitistas y alejados del sufrimiento de los grupos vulnerables) para trasladar los análisis y experiencias locales a foros donde estas ideas no suelen aparecer. 

Señalamos la importancia de situar nuestro análisis en las experiencias vividas por las personas más afectadas por las crisis y los sistemas opresivos. Iniciamos el Simposio con una serie de principios que debemos considerar, como: 

  • Comparar realidades vividas concretas en el momento actual. Evaluar el momento coyuntural actual comprendiendo cómo aparecen el autoritarismo y el neoliberalismo en diversos contextos situados. 

  • Destacar cómo los movimientos sociales han dado forma a la práctica de la abogacía popular. Reconocer las formas en que los movimientos sociales como el MST y otros han enseñado al campo jurídico la política de la memoria, la reparación y la dignidad sobre la base de los esfuerzos de movilización popular masiva.

  • Comprender la evolución del discurso sobre los derechos a medida que se erosiona la democracia. Interpretar el papel de la lucha por los derechos en el marco de la cuestión más general de "¿cómo podemos concebir las mejores estrategias para la emancipación social?" -especialmente a medida que la democracia se erosiona globalmente y se produce una crisis de legitimidad en sus diversas instituciones. 

  • Centrar la cuestión del poder. Aun reconociendo los límites del derecho y las formas en que representa los intereses de la clase dominante, debemos extraer de él lo máximo posible para los movimientos sociales, al tiempo que sentamos las bases para que surja un nuevo sistema, basado en los principios de no dominación, justicia social, económica, racial y de género, armonía ecológica, no extractivismo y verdadera democracia.

  • Reconocer que el derecho no es más que una herramienta entre muchas otras. Lxs abogadxs populares deben utilizar múltiples tácticas y formas de innovar dentro y fuera del derecho, en las calles y en los medios de comunicación para cambiar la cultura en la que operamos.  

  • Nuestras luchas están interrelacionadas y son interdependientes. A medida que las crisis se agravan y aceleran, no hay una sola lucha en un solo lugar que pueda desencadenar el tipo de cambio estructural que pretendemos. Por eso necesitamos conectarnos entre nosotrxs, comprender las pautas y las estructuras de poder que nos presionan, y crear puentes entre las luchas de base.

  • Entender cómo la derecha ha capturado las tácticas de los movimientos sociales y el derecho. Discutir el derecho como un terreno de disputa necesario para los movimientos, ya que somos testigos de la captura de las tácticas e instituciones legales y de la cooptación simultánea de las tácticas progresistas (movilizaciones callejeras, organización de base, etc.) por parte de la derecha y la extrema derecha. 

  • Reconocer la institucionalización de la represión.  La violencia contra defensores, la incitación al odio y las prácticas contrarias a los derechos no pueden borrarse de la noche a la mañana porque los dirigentes autoritarios las han integrado en el tejido de las instituciones democráticas. Tenemos que producir soluciones a largo plazo.

  • Reconocer las condiciones cada vez más desafiantes tanto para nuestro trabajo local como para la posibilidad de construir solidaridad global. Las crisis múltiples y agravadas son experimentadas por personas de carne y hueso en diferentes territorios, en entornos que son cada vez más hostiles a las redes de solidaridad y al uso de los espacios públicos para hablar, disentir y expresar visiones progresistas y reparadoras.

Organizamos el Simposio en Brasil para honrar y reconocer el largo discurso intelectual y práctico que se ha venido desarrollando en torno a la "advocacia popular", "abogacía popular" (o "abogacía del movimiento") en América del Sur y, específicamente, en Brasil. Propusimos una "pedagogía de la escucha" para unirnos en redes de solidaridad afectuosas.  Como señaló Camila Gomes, el autoritarismo no sólo busca reprimirnos, sino también aislarnos y deprimirnos. Por lo tanto, buscamos unirnos en la alegría y el desafío, encontrando fuerza en nuestras visiones comunes de justicia y dignidad.

Panelistas

  • Camila Gomes: Coordinadora de Incidencia y Litigios Internacionales, Terra de Direitos, Brasil (leer biografía)

  • Felipe Mesel: Manager del Programa Global de Movement Law Lab, Argentina (leer biografía)

  • Fernanda Ferreira Pradal: Profesora de Criminología y Derechos Humanos, PUC-Rio, Brasil (leer biografía)

  • Júlia Ávila Franzoni: Profesora de Derecho, Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), y Coordinadora de Labá - direito, espaço & política, Brasil (leer biografía)

  • Meena Jagannath: Directora del Programa Global de Movement Law Lab, Coordinadora de la Red Global de Abogadxs de Movimientos Sociales, EE.UU. (leer biografía)

  • Virgínia Totti Guimarães: Profesora de Derecho en la PUC-Rio, con investigación en derechos socioambientales, Brasil (leer biografía)

"Los abogados populares partimos de la idea de que el derecho es un campo de argumentación, y utilizamos lo que tenemos a mano para apoyar las luchas sociales"

Jomary Ortegón. Presidenta del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR), Colombia

Primer plano: Conversación con Mônica Benício (Concejala de Río de Janeiro y viuda de Marielle Franco) y Ana Paula de Oliveira (Fundadora de Mães de Manguinhos). 

Esta primera conversación buscó situar a nuestrxs invitadxs en el contexto de la ciudad de Río de Janeiro y sus luchas por la justicia, dada la necesidad de pensar el capitalismo y el autoritarismo examinando su impacto directo en cuerpos y territorios específicos.

Bethania Assy abrió la conversación criticando la dificultad de producir justicia y realizar derechos desde el derecho, ya que las facultades de derecho tienden a estar muy desconectadas de los lugares donde se produce el derecho y de los lugares donde tienen lugar las verdaderas disputas sobre el derecho. Es decir, el derecho que se enseña es drásticamente diferente del derecho tal y como se desarrolla y experimenta. Para hacer frente a este "epistemicidio", propuso un cambio epistemológico que replantee la pregunta central sobre "¿dónde se está produciendo el conocimiento?" -disputando para ello los conceptos de resistencia, justicia, ciudadanía y empoderamiento.

Mônica Benício comenzó reconociendo el Simposio como un acontecimiento histórico, porque pocas veces ha visto un auditorio en la PUC-Rio, una de las universidades más elitistas de este país, con una representación tan diversa y una mesa inicial que reúna a dos mujeres de favelas. Destacó a Río de Janeiro como una ciudad que ejemplifica la construcción violenta del Estado, así como la democracia brasileña que fue construida con la sangre de los pueblos originarios y de las personas negras. Marcó su lucha con una cita de Conceição Evaristo, que una vez le dijo: "Ve y diles que lo que te mueve es el miedo a que las cosas nunca cambien, el miedo a que no haya justicia para reparar lo que te indigna".

"Hoy, la lucha por la justicia para Marielle se configura para mí como la lucha para que la policía sea investigada y para que los responsables rindan cuentas - algo que el Estado brasileño le debe no sólo a la familia de Marielle y a la sociedad brasileña como un todo, sino también, y especialmente, a la lucha por una sociedad donde las Marielles florezcan y sean valoradas, y tengan, a través del Estado y de la propia sociedad, las condiciones necesarias para existir. Porque el poco poder que Marielle podía tener como concejala - porque Brasil respeta pocas cosas y una de ellas es el estatus de poder - no era suficiente para proteger el cuerpo que Brasil considera desechable: el cuerpo negro, femenino, LGBT y favelado. Y esa pancarta que puse habla precisamente de eso en una frase que Marielle publicó pocos días antes de ser asesinada: "¿Cuántos más tienen que morir para que esta guerra termine?".

- Mónica Benicio

Continuó diciendo que cuando hablamos de violencia estatal es esencial hacer una distinción estructural de clase y raza. Los habitantes de las favelas son educados en una política que enseña que la belleza no les pertenece y que la violencia es moneda corriente. El asesinato de Marielle es instructivo para Brasil en muchos ámbitos del debate sobre los derechos humanos, uno de los cuales es la relación entre la policía, la política y las milicias que hoy estructura el estado de Río de Janeiro. El Estado crea el problema para que la milicia venda la solución.

Ana Paula de Oliveira, fundadora de Mães de Manguinhos, organización de madres que perdieron a sus hijos a manos de la violencia de Estado, relacionó su lucha por la justicia para su hijo Johnatha, de 19 años, asesinado por la policía en 2014, con la lucha por la justicia para Marielle. 

"Encontré en esta lucha una forma de seguir ejerciendo mi maternidad, de seguir cuidando a mi hijo. Porque eso es lo que pasa cuando asesinan a nuestros hijos. No tenemos derecho a llorar y tenemos que salir en defensa de ese niño. Porque para la policía no basta con matar el cuerpo, hay que quitarle todo, la dignidad de la persona, hay que criminalizar esos cuerpos para de alguna manera darle legitimidad a esos asesinatos. Desgraciadamente, vivimos en una sociedad racista y llena de prejuicios que mata, encarcela y hace desaparecer cuerpos negros".

- Ana Paula de Oliveira.

El día del asesinato de Johnatha, Marielle fue una de las primeras personas en ponerse en contacto con Ana Paula, y después se unió a las protestas en Manguinhos: "Cuando recibí la noticia del asesinato de Marielle, fue como si hubiera perdido a alguien que simbolizaba a una madre. Y si hace 10 años ella me acogió como una madre, hoy estamos luchando por otra hija que nos fue arrebatada". A modo de conclusión, ofreció un análisis de las contradicciones inherentes a exigir soluciones al Estado y a un sistema de justicia racista y violento. Señaló que, al fin y al cabo, la lucha es contra la impunidad para que casos como el de Jonatha no se repitan nunca más: “¡hay que organizarse porque el otro bando está muy bien organizado!”

La fuerza de estas dos mujeres líderes confirmó que Marielle vive en la energía vital de quienes han tenido la oportunidad de compartir vida y lucha codo a codo con ella. Al final el público rompió en cánticos de: ¡Marielle Presente! ¡Johnatha Presente!

Panelistas

  • Ana Paula de Oliveira: Fundadora de Mães de Manguinhos, Brasil (leer biografía)

  • Mônica Benício: Urbanista, feminista, concejala de Río de Janeiro, viuda de Marielle Franco, Brasil (leer biografía)

Moderadora

Bethania Assy: Profesora de Filosofía del Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-Rio) y en la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ), Brasil (leer biografía)

"Encontré en esta lucha una forma de seguir ejerciendo mi maternidad, de seguir cuidando a mi hijo. Porque eso es lo que pasa cuando asesinan a nuestros hijos. No tenemos derecho a llorar y tenemos que salir en defensa de ese niño. Porque para la policía no basta con matar el cuerpo, hay que quitarle todo, la dignidad de la persona, hay que criminalizar esos cuerpos para de alguna manera darle legitimidad a esos asesinatos. Desgraciadamente, vivimos en una sociedad racista y llena de prejuicios que mata, encarcela y hace desaparecer cuerpos negros"

Ana Paula de Oliveira: Fundadora de Mães de Manguinhos, Brazil. Read bio.

Sesión 1: Mesa redonda sobre el ascenso del autoritarismo bajo un orden neoliberal hegemónico: la abogacía popular y las luchas de resistencia en el Sur Global

Luciana Pivato inició el debate hablando de cómo, aunque el expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue derrotado en las urnas, el "bolsonarismo" no ha sido derrotado. En este contexto, tenemos que pensar en la "advocacia popular" (abogacía popular) con estos elementos clave:

  • Desarrollar una visión crítica del derecho para superarla y empezar a soñar con otro derecho.

  • Desarrollar la construcción colectiva de vías jurídicas para resolver las demandas de los movimientos sociales, alejándose de una lógica cliente-abogado.

  • Adherirse a un principio de no violación de los derechos humanos, porque es ilógico defender hoy un movimiento y mañana ejercer la abogacía en un ámbito liberal de forma que se violen los derechos de los pueblos indígenas, las mujeres, etc.

  • Desarrollar estrategias de defensa que incorporen diversas tácticas e instrumentos: litigios, mediación en conflictos, incidencia en políticas y educación en derechos humanos. En un escenario de avance del autoritarismo, debemos evaluar la eficacia de estas herramientas.

Luciana señaló que en la primera fase de su lucha con los movimientos, su disputa era transformar la legalidad: miraban el derecho y veían qué aspectos no eran adecuados para responder a los deseos y necesidades de las personas. Ahora, 20 años después, se pide que se respete un mínimo de legalidad, un mínimo de normas y principios democráticos y que se respeten los límites del Estado de Derecho. No basta con hablar con la gente de izquierdas que está de acuerdo con nosotrxs, sino que también tenemos que hablar con la gente del sector capitalista que no es fascista para convencerles de que luchen contra el fascismo y lo rechacen.


Eleonora Mesquita Ceia añadió que a menudo, para conceptualizar el autoritarismo, partimos de un modelo de democracia liberal que consiste en: descentralización política; un poder judicial independiente; elecciones periódicas; libertades políticas fundamentales (protesta, asociación, creación de partidos, libertad de expresión, libertad de prensa); instituciones gubernamentales (participación del pueblo a través de la representación); y libertad económica. La libertad económica, en forma de mercado, va de la mano con este modelo de democracia. Propuso que este enfoque podría ser una trampa y sugirió que deberíamos desarrollar un modelo alternativo a la democracia liberal formado por dos componentes principales: libertades políticas fundamentales y justicia social (que involucran desconcentración de la renta, desconcentración de la tierra y representación popular en las instituciones). A continuación, definió el "bolsonarismo" como un movimiento reaccionario, con apoyo popular y del mercado, y sugirió que la abogacía popular debe utilizar una vía institucional, aliándose con los partidos políticos, lo que requiere también formación en derechos humanos y educación política.

Lamine Benghazi habló sobre la situación en Túnez desde la revolución de 2011 hasta la actualidad. Tras la revolución, se incorporaron partidos políticos y se produjo una revolución institucional, cultural, ética e incluso sexual. Sin embargo, las condiciones materiales de vida de las personas no mejoraron, sino que empeoraron. Como resultado, surgió un gobierno de estilo autoritario bajo el mando de Kais Said. Bajo su mandato, modificó drásticamente la Constitución, desmanteló las instituciones del Estado y eliminó las autoridades independientes surgidas de la Constitución de 2014 elaborada tras la revolución. Aunque critiquemos la democracia liberal, la experiencia de Túnez demuestra lo difícil que es construir movimientos cuando incluso las protecciones democráticas liberales desaparecen. En este punto, el principal problema más allá del autoritarismo gubernamental en Túnez es que también hay poca participación política del pueblo, lo que plantea la pregunta: ¿Es posible construir una democracia sin demócratas? ¿Es posible construir una democracia sin actores intermedios como los partidos políticos? Lo que vemos surgir en Túnez es el odio a la democracia y la celebración de detenciones y persecuciones políticas. La tensión a la que hay que enfrentarse es cómo construir un programa democrático que no sólo amplíe los derechos, sino que también pueda responder a las necesidades materiales del pueblo. 

Pepe Julian Onziema comentó sobre la represión y criminalización de la población LGBTIQ+ en Uganda. La propagación del VIH en la década de 1980 coincidió con la llegada al poder del presidente Yoweri Museveni y abrió las puertas del país para recibir apoyo de Occidente. Uno de los grupos que vinieron a ofrecer este apoyo fueron los evangélicos, principalmente de Estados Unidos, que han impulsado la homofobia en Uganda, culminando en su recientemente resucitada y aprobada ley contra la homosexualidad, que incluye la pena de muerte por actos homosexuales. Uganda se ha convertido así en la "zona cero" de la homofobia, pero forma parte de un movimiento global impulsado por una red de actores privados dirigidos por la reaccionaria derecha cristiana. Las redes de solidaridad global son, por tanto, necesarias para determinar quién está detrás del movimiento global anti-LGBTQI+ y trabajar colectivamente para combatirlo.

"Mi organización fue clausurada en agosto de 2022 y es extraño porque el gobierno en un primer momento se negó a registrarnos. Entonces te preguntas: ¿Qué están cerrando? Increíblemente, en los últimos dos años sentimos que hemos hecho más organización de base y construcción de movimientos que en los últimos 20 años. Digo esto porque hemos creado varios mecanismos y formas de trabajar diferentes. Por ejemplo, creamos un informe para mapear la violencia en el que mostramos los casos de desalojos, violaciones, extorsiones, chantajes y otras violaciones que documentamos para llevar al gobierno ante los tribunales". 

- Pepe Julián Onziema. 

Diego Morales abordó cuatro grandes cambios que el nuevo gobierno del presidente Javier Milei está liderando en Argentina: 1) El desmantelamiento de las políticas sociales y el brutal ajuste del presupuesto público, con especial atención a la eliminación de fondos para cuestiones de género, políticas de apoyo a la reproducción social, derechos de las comunidades indígenas y campesinas. 2) La estigmatización de las organizaciones sociales y comunitarias, así como la represión y criminalización de la oposición y las protestas. En Argentina se ha eliminado todo el entramado que hacía posible la implementación de una política en el territorio. Este proceso de estigmatización ha ido de la mano con la eliminación de políticas sociales (por ejemplo, la provisión de alimentos a comedores comunitarios). 3) La erosión de las políticas de memoria, verdad y justicia, que en Argentina fueron muy importantes después de la última dictadura. 4) La creación de una nueva política exterior, en la que Argentina no participa activamente del Mercosur, ha declinado formar parte del bloque BRICS, y el presidente no sigue la práctica tradicional del Estado de reunirse con representantes oficiales, sino con representantes de la extrema derecha local (por ejemplo, en lugar de reunirse con el presidente brasileño Lula, Milei se reunió con el ex presidente Bolsonaro). Este escenario crea un desafío, que es cómo usar el derecho para desafiar estos diferentes niveles de intervención estatal. Los grandes cambios normativos que se han realizado bajo el mandato de Milei han dificultado la supervisión judicial porque es difícil identificar los foros adecuados para impugnar los cambios, determinar qué tribunales son competentes para revisar ciertas acciones estatales y determinar bajo qué teoría legal se puede impugnar una acción. 

Panelistas

  • Diego Morales: Director de Litigio, Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Argentina (leer biografía)

  • Eleonora Mesquita Ceia: Profesora de Derecho, Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), Brasil (leer biografía)

  • Luciana Pivato: Abogada popular y Defensora de Derechos Humanos, Brasil (leer biografía)

  • Lamine Benghazi: Responsable del programa de Justicia y Estado de Derecho en Avocats Sans Frontières, Túnez (leer biografía)

  • Pepe Julian Onziema: Defensor ugandés de los derechos humanos y LGBT, y Director de Programas de Sexual Minorities Uganda (SMUG) (leer biografía)

Moderadora

Camila Gomes: Coordinadora de Incidencia y Litigios Internacionales, Terra de Direitos, Brasil (leer biografía)

Sesión 2: Las luchas por la tierra, la vivienda y el clima como vía hacia nuevas formas de democracia.

Felipe Mesel introdujo la sesión reconociendo la importancia de aterrizar algunas de las discusiones sobre la abogacía popular: las tensiones entre los usos rentistas, ligados a la concentración de renta a través de la tierra, y los usos solidarios, que entienden el espacio como un espacio de afectos, de construcción material de derechos (muchas veces por fuera del Estado), un espacio de producción de sentidos diferentes a los sentidos e imaginarios que el capital quiere imponer sobre la tierra. Para eso intentamos pensar en cómo los derechos son activados por los movimientos sociales y cómo podemos pensar en una discusión dentro y fuera del derecho para que podamos buscar horizontes más emancipatorios vinculados al uso de la tierra. Cuando pensamos en el autoritarismo y el neoliberalismo en su relación con el territorio, vemos que el control policial y violento de los territorios sirve para la consolidación del neoliberalismo en términos espaciales. De esta manera, vemos que en el Sur Global, los proyectos políticos autoritarios utilizan el derecho de dos maneras: a) de manera colonial, que busca restaurar las relaciones históricas de poder sobre el territorio, en las que el derecho es sólo un instrumento de la clase dominante; b) con carácter destructivo, buscando desmantelar todas las leyes que intentan proteger a los sectores históricamente marginados de la sociedad y al ambiente. Finalmente, también nos proponemos analizar el papel del derecho en la construcción de las identidades, y cómo coopera en cimentar las relaciones que existen entre identidad y territorio (entendiendo que varios conflictos que ocurren en el mundo, incluyendo el conflicto en Gaza, están vinculados a esta articulación entre apropiación del territorio e identidad).  

Luana Varejão habló de la Campaña "Desalojo Cero" en Brasil, que surgió en julio de 2020 en el contexto de la pandemia de COVID-19, cuando la OMS recomendó políticas de "quedarse en casa". El mayor logro llegó en julio de 2021, con la primera suspensión de desalojos como resultado del ADPF 828. La campaña inició un seguimiento para proporcionar datos sobre el número de familias amenazadas de desalojo. Según la última actualización que tenemos de la campaña, de mayo de 2024, hay 1,5 millones de familias amenazadas de desalojo en Brasil. Dentro de las cristalizaciones institucionales y de políticas públicas generadas por esta lucha (que se dio en el marco de un gobierno autoritario que negaba la gravedad de la pandemia), se crearon comisiones de resolución pacífica de conflictos de tierras -en casos de desalojos colectivos- dentro de los tribunales de justicia en diciembre de 2022, tras el fin de la suspensión de desalojos por 1 año y 5 meses. La campaña también logró consolidar un diálogo interdisciplinario entre el campo de la abogacía popular y otros métodos de conocimiento.

Miguel Ruiz comentó el tema de la vivienda y los desahucios en España tras la crisis de 2008. Desde entonces, aproximadamente 2 millones de personas han sido desahuciadas. Mientras el capital inmobiliario ha avanzado con fuerza para acaparar más mercado, también hay sindicatos de vivienda, movimientos de vivienda, plataformas de afectados por las hipotecas (como la PAH), hay movimientos que conectan la lucha por la vivienda con la lucha antirracista, paran desahucios y proponen legislación. Han conseguido derogar normas que precarizaban las condiciones de los inquilinos, establecer moratorias a los desahucios, el alquiler social obligatorio que obliga a los fondos de inversión a ofrecer alquileres asequibles a todas las familias vulnerables. También hubo una estrategia por parte de los movimientos sociales de empezar a ocupar las instituciones del Estado para ejercer el poder de gobierno. Por último, destacó la importancia de internacionalizar la lucha: si la Unión Europea respetara el derecho a la vivienda dentro de sus fronteras y no aprobara un sistema legal que permite todo tipo de sacrificios de cuerpos y territorios, no permitiría que se violara fuera, como está ocurriendo ahora en Gaza. Así pues, la concientización global y la democratización de la esfera internacional son fundamentales para permitir que los movimientos se unan más allá de las fronteras para debatir cuestiones como los fondos buitre, la gentrificación global, el papel de las empresas transnacionales o el hecho de que no podemos hablar de impuestos para los ricos sin tratar la evasión fiscal. 

Auricélia Arapiuns centró el debate en el autoritarismo en Brasil, señalando que los pueblos indígenas (que suman más de 180 grupos distintos en la Amazonia y, en Brasil, más de 305 grupos indígenas) vienen sufriendo una trayectoria de más de 500 años de autoritarismo, que incluye genocidio, etnocidio y ecocidio durante la pandemia, pero también la destrucción de la naturaleza por megaproyectos y el agronegocio que ha atravesado diferentes gobiernos brasileños. También habló del más reciente "Marco Temporal", que afecta a todos los pueblos indígenas de Brasil, dificultando el acceso al territorio, la demarcación y la titulación de las tierras indígenas. En este sentido, señaló que el movimiento indígena se fortaleció mucho durante el gobierno de Bolsonaro porque se unificó la lucha en medio de la pandemia, con un campamento de más de 10.000 indígenas, para luchar contra el Marco Temporal. Sobre la lucha contra el colapso climático, afirmó:

"Esta es una lucha que no sólo pertenece al movimiento indígena, sino que debe ser internacional. Esto no es una crisis, es un intento de destruir a nuestro pueblo y al mundo entero. Si acaban con los territorios indígenas, acabarán con ustedes también. Somos el 5% de la población mundial, pero protegemos el 80% de la biodiversidad del planeta. No estamos hablando sólo de la vida de los pueblos indígenas, sino de la vida del planeta".

- Auricélia Arapiuns.

Por último, Auricélia se refirió a la importancia de incluir la abogacía indígena, que tiene matices en comparación con la abogacía popular, y que todavía está luchando mucho para poder llegar a estos espacios. El autoritarismo no está sólo en el gobierno, está en las universidades y en todos los espacios, y está muy ligado al racismo estructural, donde las personas indígenas todavía son vistos como incapaces de defender sus derechos. Terminó con una cita de Sônia Guajajara, actual ministra de Pueblos Indígenas: "Para hablar de nosotros, hay que ser nosotros".

Marlene Rodríguez profundizó en la experiencia de defensa del territorio de la comunidad indígena Unión Hidalgo, en México, frente a un proyecto de parque eólico que la transnacional francesa EDF quería instalar en 2017. La empresa había obtenido el permiso para instalar el parque eólico sin la participación de la comunidad. ProDESC, junto con la comunidad, ganó un juicio constitucional por la violación de este derecho a la consulta previa, libre e informada. El gobierno mexicano decidió cancelar los contratos con la empresa. Además, en 2020, presentaron una demanda transnacional ante un tribunal francés para exigir la responsabilidad de la empresa por violar la Ley de Debida Diligencia. De esta manera, se hizo un uso alternativo del derecho, desarrollando la perspectiva del "litigio preventivo" para defender el territorio antes de que se autoricen las instalaciones de megaproyectos.

Marina Dos Santos, diputada estatal del MST en Río de Janeiro, presentó la labor del MST, que este año cumple 40 años. El MST ha ido ocupando tierras improductivas, sobre todo las que no cumplen su función social. A pesar de todos los obstáculos, el MST ha conseguido que cerca de 500.000 familias en Brasil ocupen la tierra y está considerado el mayor productor de arroz ecológico de América Latina, con cerca de 630 campamentos en Brasil. Esto ocurre en un contexto en el que Brasil es uno de los países con mayor concentración de tierras del mundo: sólo el 1% de los propietarios posee el 46% de la tierra, es decir, casi la mitad del país.

A nivel internacional, el movimiento está trabajando con otros en Vía Campesina Internacional porque los movimientos sociales se enfrentan a diversas crisis del sistema, desde lo local a lo internacional, y los enemigos que actúan contra la naturaleza y los pueblos son los mismos (agronegocios, empresas hidroeléctricas y mineras), aliados con una extrema derecha que promueve la idea del anti-estado. En el contexto del G20, los movimientos sociales se están organizando en todo el mundo para convocar a la Cumbre de los Pueblos en torno a tres ejes principales: la lucha contra el hambre y la desigualdad, el desarrollo sostenible desde una perspectiva económica, social y ambiental, y la reforma de la gobernanza global. 

Por último, Marina destacó la importancia de la abogacía popular para fortalecer las acciones estratégicas contrahegemónicas, priorizando la producción de alimentos con sesgo ambiental y una matriz tecnológica centrada en la agroecología, que necesita articularse con las políticas públicas. Es importante actuar en defensa de la democracia institucional y de la construcción de formas de democracia popular, además de la defensa de la naturaleza.

Panelistas

  • Auricélia Arapiuns: Líder del pueblo Arapio, Presidenta del Consejo Deliberativo de la Coordinación de las Organizaciones Indígenas de la Amazonia Brasileña (COIAB), Coordinadora del Comité Directivo de la Política Nacional de Gestión Territorial y Ambiental de las Tierras Indígenas (PNEGATI), Brasil (leer biografía)

  • Luana Varejão: Abogada Popular y Coordinadora del Centro Popular de Derechos Humanos, Pernambuco, y miembro de la Campaña "Despejo Zero", Brasil (leer biografía)

  • Marina Dos Santos: Diputada estatal del MST en Río de Janeiro, Brasil (leer biografía)  

  • Marlene Rodríguez Atriano: Abogada semi-senior de Justicia Transnacional en ProDESC, México (leer biografía)

  • Miguel Ruiz Díaz-Reixa: Abogado, Observatori DESCA, España (leer biografía)

Moderador

  • Felipe Mesel: Manager del Programa Global de Movement Law Lab, Argentina (leer biografía)

Esta es una lucha que no sólo pertenece al movimiento indígena, sino que debe ser internacional. Esto no es una crisis, es un intento de destruir a nuestro pueblo y al mundo entero. Si acaban con los territorios indígenas, acabarán con ustedes también. Somos el 5% de la población mundial, pero protegemos el 80% de la biodiversidad del planeta. No estamos hablando sólo de la vida de los pueblos indígenas, sino de la vida del planeta.

Auricélia Arapiuns

Sesión 3: El futuro del derecho internacional: los límites del orden jurídico internacional actual y posibles horizontes futuros.

Meena Jagannath introdujo la sesión diciendo que las estructuras de gobernanza mundial acaban definiendo los contornos de cómo luchamos. Instituciones como la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y la ONU, en virtud de cómo están estructuradas, perpetúan el modelo económico neoliberal, mantienen la división global Norte-Sur y preservan el poder imperial, al tiempo que no se implican en el genocidio de Gaza ni en la guerra de Ucrania. De este modo, lxs abogadxs populares se enfrentan a una amalgama de leyes e instituciones que están fuera del alcance de los movimientos democráticos y del pueblo. Al mismo tiempo, sabemos que tenemos que encontrar la manera de sacar el máximo provecho de este sistema y utilizarlo estratégicamente para fortalecer el poder del pueblo y de los movimientos a los que acompañamos, entendiendo que las luchas están interconectadas aunque se manifiesten de manera diferente en los distintos territorios. Debemos organizarnos de forma diferente y utilizar el derecho de forma creativa para sembrar la semilla de un sistema internacional más justo. 

Silvia Souza ancló su exposición en la serie de decretos que apuntaban hacia un Estado autoritario en varias dimensiones de la vida social al inicio del gobierno Bolsonaro (revocación de más de 250 consejos de participación de la sociedad civil; liberación indiscriminada de la tenencia y posesión de armas; endurecimiento de la legislación penal con impacto directo en la población negra). En 2019, se discutió un proyecto de ley para derogar la ley de cuotas que permite el acceso de la población negra a la educación superior, y a partir de ahí se creó la Coalición Negra por Derechos. Ante la amenaza real a diversos derechos, fue necesaria una articulación nacional para una acción unificada del movimiento negro y el Supremo Tribunal Federal se convirtió en el principal locus para combatir estos retrocesos. Esta lucha se prolongó hasta 2021, cuando los decretos fueron finalmente declarados inconstitucionales. Finalmente, propuso organizarse para ocupar la política, el poder judicial, el Ministerio Público y otros espacios, tal como se está organizando el campo religioso de derecha. 

Alexandra Montgomery cuestionó el compromiso histórico de Brasil con los tratados de derechos humanos, afirmando que se trata de un compromiso pro forma, pero no real. Dijo que ahora los derechos humanos están diluidos un poco en cada ministerio. Al mismo tiempo, señaló que las redes sociales han sido un vehículo de desinformación, reduciendo espacios y construyendo odios, legitimando espacios antidemocráticos y autoritarios. También se refirió a la importancia de una solidaridad global real, ya que hay muchos proyectos para restringir las libertades e identificar potenciales "sujetos peligrosos" en todo el mundo que son muy similares, como el uso de tecnologías de reconocimiento facial con algoritmos racistas en Brasil, que también se está utilizando en Palestina y otros lugares. 

Jomary Ortegón también identificó las tensiones que genera la utilización del sistema internacional de derechos humanos, dado que se trata de un sistema creado por los Estados, pero añadió que:

"Los abogados populares partimos de la idea de que el derecho es un campo de argumentación, y utilizamos lo que tenemos a mano para apoyar las luchas sociales"

-Jomary Ortegón.

A continuación, identificó algunos elementos que caracterizan la estrategia de su organización para trabajar con el derecho internacional: 1) la exigibilidad integral de los derechos humanos: tratando de utilizar todas las vías posibles (jurídica, incidencia política, comunicación y en la calle), y lo que logramos en el derecho internacional alimenta el derecho nacional y viceversa; 2) el litigio estratégico para generar transformaciones en las políticas, la legislación y las acciones públicas y garantizar la no repetición; 3) una ética de trabajo con los movimientos sociales, lo que significa trabajar en estrategias conjuntas de manera horizontal. Por último, se refirió a algunos de los logros de CAJAR en el sistema regional e internacional, entre ellos: 1) un trabajo significativo en la reconstrucción de la memoria histórica; 2) la argumentación de la responsabilidad del Estado en el paramilitarismo; 3) el reconocimiento de nuevos derechos por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos como el derecho a defender los derechos humanos y el derecho a la autodeterminación informativa, que incluye la posibilidad de pedir al Estado que corrija o destruya la información incorrecta que ha recogido sobre nosotros.

Danah Abueida nos situó en la situación de Palestina señalando el carácter surrealista de que estemos hablando de orden o desorden jurídico mientras se está produciendo un genocidio.

"No sólo nos matan, sino que también profanan nuestras tierras y nuestra memoria (...). La idea de apelar a instituciones que están desvinculadas de la lucha material y de la resistencia -y que están continuamente atenuando las demandas del pueblo y denunciando sus medios de resistencia- no sólo culmina en un fracaso anunciado, al otorgarle legitimidad a estas instituciones, sino que es también una traición directa a la lucha. Mi navegación práctica por el ámbito [institucional] parte, pues, de un imperativo moral y político que me obliga a utilizar todas las herramientas disponibles y a centrarme visceralmente en estas convicciones."

-Danah Abueida.

A continuación, se preguntó si los dictámenes de la Corte Internacional de Justicia, que tardó meses en declarar la verosimilitud del genocidio y tardará más años sólo para poder exigir responsabilidades a los culpables, pueden aportar alguna forma de justicia para el pueblo palestino. El trabajo del European Legal Support Center se nutre de intercambios entre movimientos, esgrimiendo el enfoque de la abogacía popular a través de la discusión real con diversas partes del movimiento, un principio que reconoce el derecho y la abogacía como una de las diversas estrategias para impulsar el cambio político y social al servicio de la liberación. También se basa en el entendimiento fundamental de que ningún edificio erigido sobre las ruinas de nuestros antepasados nos servirá a nosotrxs o a nuestra causa. Pero aun así debemos maximizar el uso de esas herramientas. Concluyó diciendo que la verdadera solidaridad es la que se comparte de forma material, la que nos lleva a unirnos y abarcar juntxs todxs los frentes (por ejemplo, la lucha ecologista y la lucha contra el genocidio), garantizando que nadie se quede solo en ninguna forma de lucha.

Pam Spees empezó citando a un mentor suyo: "para ser abogada popular, hay que saber bailar". Más aún en un momento como el actual en el que, aunque el autoritarismo no es nuevo, tiene el potencial de eclipsar la transformación que todxs seguimos intentando lograr. Para ello, es importante centrar nuestros horizontes en las relaciones, asumir riesgos juntxs, ganar o perder, pero preguntándonos siempre: ¿es lo correcto? ¿Crea poder? Mencionó que encuentra esperanza en el hecho de que más personas están empezando a prestar atención a la forma hipócrita y excepcionalista en la que Estados Unidos se ha implicado históricamente en los foros internacionales. 

Dmitri Holtzman habló de la importancia de construir el poder de los movimientos a escala transnacional comparando los problemas a los que se enfrentan los jóvenes negros en la educación pública en Estados Unidos con los que experimentan los jóvenes en Sudáfrica. En la Sudáfrica post-apartheid, muchos de los que formaban parte de los movimientos se convirtieron en servidores públicos, lo que provocó una gran desmovilización de las fuerzas progresistas. Y aunque la constitución posterior al apartheid parece un documento para guiar el movimiento de liberación, Sudáfrica sigue lidiando con muchos legados del apartheid, como el sistema educativo desigual en el que las escuelas de las comunidades negras siguen estando mal equipadas y en mal estado. Ahora que los jóvenes de Estados Unidos se están organizando contra el «conducto que lleva de la escuela a la cárcel», se está considerando la posibilidad de implantar en Sudáfrica el mismo programa de vigilancia escolar basado en el modelo estadounidense. Éste es sólo un ejemplo de cómo las políticas neoliberales, como la vigilancia policial y la privatización, se intercambian a escala transnacional, sin que haya un intercambio correspondiente entre los movimientos. Para combatir esta situación, hizo un llamamiento a crear verdaderos lazos de solidaridad transnacional que no dependan exclusivamente del sistema internacional de derechos humanos, sino más bien de las conexiones entre movimientos a escala global.

Panelistas

  • Alexandra Montgomery: Directora de Programas en Anistia Internacional Brasil, Brasil (leer biografía)

  • Danah Abueida: Abogada, European Legal Support Center, Palestina (leer biografía)

  • Dmitri Holtzman: Activista en Educación, Justicia y Juventud, Sudáfrica (leer biografía)

  • Jomary Ortegón: Presidenta del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR), Colombia (leer biografía)

  • Pamela Spees Abogada Senior, CCR, EE.UU. (leer biografía)

  • Silvia Souza: Presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) del Colegio de Abogados de Brasil, Brasil (leer biografía)

Moderadora

  • Meena Jagannath: Directora del Program Global en Movement Law Lab, Coordinadora de la Red Global de Abogadxs de Movimientos Sociales, EE.UU. (leer biografía)